martes, 21 de octubre de 2014

Morsa, vampiro, macho alfa

Tengo el blog bastante muerto, pero aprovecho que la buena gente de Gnomo me ha nominado a una cosa para darle algo de vida, algo de alegría. Algo de amor.
La cosa va de mencionar mis tres películas de terror favoritas. Yo llevo muy mal lo de elegir mis tres loquesea favoritos, así que lo que voy a hacer es hablar de las tres pelis que vi en esta última edición del festival de Sitges que me hicieron exclamar "ESTO ES CINE" y desgarrarme la ropa y comenzar a masturbarme en plena sala.

1- Tusk
Kevin Smith lleva todo este siglo dando bandazos muy fuertes en todas direcciones sin saber muy bien qué hacer. Igual se marca un telefilm soseras como te sale con Policías polis o te hace una de terror y religión tan buena que no te crees que sea suya. En esta deriva rara ahora sale con Tusk, de cuyo argumento cuanto menos se diga mejor. Porque hay que verla para creerla. Es como una sublimación de toda esta deriva a la que está abocado Smith desde hace años: la propia película da bandazos hacia un lado y otro durante todo su metraje, sin saber ni ella misma si tiene que dar risa o miedo. Y ahí reside toda su fascinancia. Una película rara y grotesca en forma y discurso. Un must.



2- What we do in the shadows
Un mockumentary sobre la vida de unos amigos vampiros que comparten piso en la Nueva Zelanda actual. Están implicados Jemaine Clement y Taika Waititi, dos de las tres patas que apuntalaron la serie Flight of the Conchords. Sólo por eso ya deberíais estar bajBuscándola en Filmin, o un sitio de estos. El humor de los Conchords arroja nueva luz a los tópicos vampíricos de toda la vida y, bueno, unas risas. Se llevó el premio del público, y con razón.



3- The guest
Que se podría haber llamado "Captain America gone wrong". Esta es del subgénero "tío que es demasiado majo para no ser un psicópata", y a ratos parece una Drivexploitation, con esa banda sonora y esa presentación del protagonista como el MACHOTE definitivo. Al final, como dice Ausente, no te queda muy claro si esto es un festival de tópicos o una parodia exagerada. En cualquier caso, fue uno de los visionados más divertidos que recuerdo en Sitges. Me lo pasé pipas.